Nos encontramos ante un libro sumamente importante y
novedoso. El mismo autor confiesa en el prólogo: «Tras haber escrito
casi exclusivamente trabajos de investigación, que no podían alcanzar más que a
un público muy restringido, he sentido la necesidad, y he tenido sobre todo el
gran placer de escribir un libro que pretende responder al carácter de
"libro de texto " o "de referencia" y, en gran medida también,
al de un libro de alta divulgación, destinado a un público más general. Esta
obra surge de aquel trabajo de investigación, que ofrecía numerosas
ramificaciones aquí desarrolladas» (pág. 9...).
La obra se abre con un prólogo (pp. 9-29) Y una
introducción titulada Cuestiones y planteamientos actuales (pp. 31-57). Siguen
cinco grandes partes bajo los epígrafes:
I. La Biblia y el
libro en la antigüedad (pp. 59-156 .)
II. Colecciones de libros bíblicos. Libros canónicos y
libros no canónicos (pp . 157- 270 .)
III. Historia del texto y de las versiones del Antiguo y
del Nuevo Testamento (pp . 271-385 .)
IV. Crítica textual del Antiguo y del Nuevo Testamento
(pp . 387-449 .)
V. Hermenéutica. Textos e interpretaciones (pp . 451-611
.)
Cierran la obra un glosario, índices y unas escogidas
ilustraciones . Resulta verdaderamente difícil clasificar este trabajo dentro
de las clásicas introducciones a la Biblia, que suelen ser de dos clases: de
tipo teológico, con acento en el Canon, Inspiraci6n y Hermenéutica (cf. Vol. II
de la Introducción al Estudio de la Biblia, Ed. Verbo Divino, Estella 1989, por AM. Artola y J.M . Sanchez Caro), o de tipo textual
y literario, con acento en temas como autor/es , datación, redacción,
contenidos, géneros, transmisión textual, etc. (véase la clásica de Eissfeldt).
El autor, con exquisita habilidad, ha evitado la
introducción teológica y la puramente técnica. Ha escrito La historia del Libro: sus peripecias por tablillas ,
inscripciones, pergaminos, papiros, rollos y códices; sus sucesivos cambios de
volumen por reducciones, glosas, duplicados; su ensanchamiento y simplificación
en las múltiples traducciones y hasta en las homilías; sus lecturas por épocas
y por espacios y grupos. La consecuencia
es una historia apasionante que consigue, a mi entender, dos grandes objetivos:
- Llenar muchos huecos de información que el lector suele tener (especialmente en las partes 1, III Y IV).
- Renovar el planteamiento de cuestiones tan teológicas como Canon y Hermenéutica ( partes II y V. La clave ha estado, a mi parecer, en el enfoque histórico. Pero esta clave no ha sido un mero recurso de habilidad. Detrás esta una muy profunda convicción del autor: «La Biblia "a secas" no existe, es decir, el AT suelto e independiente tal como lo estudia hoy la crítica moderna en la Biblia Hebraica, no ha existido nunca ». Sólo desde esta comprensión podrá escribirse un libro tan claro y tan lúcido como el del Prof. Trebolle.
La tercera edición
de 1998, revisada por el autor, ya incorporaba los nuevos datos y
planteamientos en torno a la literatura y a los manuscritos de Qumrán
publicados desde la primera edición del año 1993 y sometía a discusión las
numerosas cuestiones debatidas: la fluidez del canon y del texto bíblico, las
reediciones de libros bíblicos, sus textos «marginales» de Qumrán, el trasfondo
judío de la exégesis cristiana, o el influjo de lo semítico y de lo helénico en
el cristianismo.
Esta cuarta edición actualizada que nosotros presentamos añade una panorámica de los cambios operados en
los últimos años en el modo de leer e interpretar la Biblia.
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