
En esta obra el autor comienza presentándonos
quienes son, como se les ha denominado, cual es su importancia en el camino
eclesial. Pero lo más importante como nos señala es que cada uno de ellos
aporta a la tradición de un modo creativo, es decir, ofreciendo vida y por
tanto dando claridad la verdad apostólica de la que ellos son transmisores.
Tras esta breve introducción, pasa el autor directamente a presentarnos a los
Padres, en primer lugar a Clemente que tras la persecución de Nerón sufre la
Iglesia un momento de rebeldía contra la jerarquía. Y será precisamente la
Carta de Clemente la que mostrará a Clemente como el sucesor de Pedro,
señalando que lo más importante es que la Iglesia no son comunidades
individuales sino que todas deben estar interrelacionadas y una única cabeza
sucesora de los apóstoles que tiene jeraarquía sobre ella.